Llegué
por fin al pueblo de mis abuelos, después de conducir bajo una lluvia intensa.
Llegué al remanso de paz que desprende cada rincón de este pueblo situado a las
faldas de las montañas y recorriendo un arroyo de aguas cristalinas sus
alrededores, que albergan un vergel de flores de una fragancia única y bosques
de un verdor extraordinario, mientras los frutales ya están en flor.
Yo bajo
toda decidida del coche y al poner el pie
en el suelo directo a un inmenso charco lleno de agua y barro, me acordé del
señor alcalde y de toda su familia. Pero decidí no poner mala cara a pesar de
que me empape todo el pie.
Entré
con mi pequeño equipaje en la casa y fue abrir la puerta y agolparse una
infinidad de recuerdos inolvidables pasados con mis abuelos y mis padres. Me
entró mucha melancolía al ver tantas cosas que me recordaban a ellos.
Pasé a
mi habitación, estaba como la dejé la última vez después de tantos años. Abrí
la ventana y pude ver las maravillosas vistas que tenía mi pueblo, que deleite
volver allí.
Decidí
cambiarme y salir a dar una vuelta. Las calles estaban desiertas, era muy temprano, que
paz
reinaba allí, sólo se oía el alegre gorjeo de los pájaros,cuando de repente
diviso a un chicarrón fuertote que venía hacia mi en su caballo blanco, al
llegar a mi altura se para y después de mirarme descaradamente, me saluda,
diciéndome;
Hola
Ariel, no has cambiado nada a lo largo de todos estos años, sigues tan bonita como
siempre; con tu melena pelirroja y esas pecas que salpican esa carita tan
bonita que tienes. Te había dicho alguna vez lo guapa que eres?.
Me hizo
sonrojar al recibir ese ramillete de piropos de mi antiguo novio y esbocé una
pequeña sonrisa.
Hola Ramón, conseguí responderle, tu tampoco
has cambiado nada, sigues igual de zalamero y los dos nos echamos a reir.
Ël se
bajó del caballo y me dió un par de besos y un fuerte abrazo. Al sentirnos tan
cerca, mi corazón volvió a sentir cosas, que estaban olvidadas y volvían a
renacer con fuerza. Pero me dije calma es normal muchas emociones de golpe y el
estar cansada del largo viaje.
Me
propuso que luego por la tarde saliéramos con los caballos a dar una vuelta por
los alrededores del pueblo y yo le dije será un placer.
Te
recojo sobre las cinco, estate preparada he?.
Lo
estaré Ramón me hace mucha ilusión.
Pues
hasta entonces y me dio un beso en la mejilla.
Me dejó
muy nerviosa, como anhelaba volver a estar con él y recordar tiempos pasados
junto al chico que por primera vez me hizo volar de verdad y que ya cité en
otro relato.
Acabé
de dar la vuelta por aquel maravilloso lugar y me fui a un pequeño ultramarinos
a comprar algo para comer. Al entrar me reconoció Paqui la dueña , me dió un
beso enorme que resonó por todo el comercio y que manera de abrazarme, me dijo
mi pequeña niña que jugabas hasta hace poco por aquí con las muñecas y como has
crecido en estos años, eres ya toda una mujer, que espigada y guapa estas.
Gracias
Paqui pero no exagere,
Y que
te trae por aquí?,
El
descansar y recordar tiempos pasados.
Muy
bien hija pues aquí vas a descansar de lo lindo porque somos cuatro vecinos y
cada vez menos.
Es una
apena le dije, le pedí lo que necesitaba y derechita a casa.
En el
camino estaba una vieja fuente de aguas puras, en que de pequeña después de corretear
por el pueblo con los amigos nos parábamos a descansar para beber agua y
contarnos mil chistes y chismes divertidos. Los chicos a veces simulaban los
duelos de antaño en que se batían a muerte la gente, por una afrenta cometida contra
ellos o sus amadas, con sus armas antiguas de fuego, en este caso eran de agua,
que tiempos aquellos llenos de ilusiones y felicidad.
Comí
rápido y me preparé para el paseo a caballo, siempre me había gustado y se me
daba muy bien.
Llamó
Ramón a la puerta y salí presta. Al salir me encontré con que me había traido
un caballo de color negro como la noche, era precioso, que caballo tan bonito.
Me subí
a él y empezamos a cabalgar juntos .
Él me
preguntó como has vuelto después de tanto tiempo?
Y yo le
dije, Ramón en mi vida apareció un hombre que me dio la luna, pero como buen
mago que era, al final lo convirtió en una ilusión y necesitaba tiempo para recuperarme
y seguir luchando.
El me
acarició suavemente la mejilla y se entretuvo acariciando mi pelo color
zanahoria que yo siempre odié, pero que a él le cautivaba.
Nos
íbamos alejando del pueblo y adentrando en el valle rodeado de arboles frutales
en flor. Que lugar mas maravilloso acompañado por alguien a quien quise y
seguía amando.
El me
dijo vamos a parar aquí en el arroyo para que beban un poco los caballos. Nos
bajamos de ellos y en ese momento en que se volvieron a cruzar nuestras
miradas, nos dijimos tantas cosas sin hablar. El cogió mi mano y empecé a
temblar de emoción, me acarició suavemente la mejilla y el rozar de sus manos
en mi cuerpo me hacía estremecer de lo que estaba sintiendo. Me soltó el pelo y
me dijo porque el amor es tan fuerte entre nosotros y nunca podemos ser pareja
y yo le dije porque tú decidiste casarte con otra persona antes de esperarme a
que regresara y nuestro amor es imposible aunque sintamos que estamos hechos el
uno para el otro, pero no pienso destruir tu matrimonio y hacer infeliz a
alguien que te quiere mucho.
Yo me
ire con el corazón roto de nuevo pero tu tendrás a alguien a quien querer que
te espera en casa con la sonrisa en los labios, mientras yo estoy sóla, no
tengo a nadie y ese va a ser mi sino durante toda mi vida.
Despues
de decirle todo , quise morir porque lo deseaba con todas mis fuerzas estar
junto a él y ahora para siempre, pero no podía ser. Le di un beso en la mejilla
y le dije sigamos el camino.
El se
entristeció, pero sabía que tenía razón y yo haciéndome la fuerte cuando quería
llorar y decirle te quiero, pero no podía ser.
Han
sido días inolvidables con la persona que mas he amado, en que he podido
conocer a su hija , que es una ricura y
se parece un montonazo a su padre, de conversar y reir con la pareja de Ramón.
Ha sido todo muy bonito.
Que
feliz por tantas cosas y que tristeza por tener algo que es fugaz pero que me
ha hecho revivir y ser feliz por unos
días algo que pudo ser y ya no será posible.
En mi
recuerdo siempre quedará el último beso que nos dimos, bajo la luz de la luna y
las estrellas como únicos testigos.