domingo, 17 de marzo de 2013

Flores secas


Me acurruco como un ovillo en mi lecho.

Aterida de frio, tirito,

mi cuerpo se contrae.

Mientras empapo con mis lágrimas,

las páginas de mi antiguo diario,

que se diluye en ellas.

La tinta

ha perdido su color azulado,

las páginas

amarillean

y entre sus hojas,

flores secas.

Que me hacen suspirar

y cerrar los ojos

para sentir su aroma,

su colorido, su frescura,

aquellos momentos, … .

Hoy ajados y marchitos

que se reflejan en el espejo

que me observa y me devuelve

una imagen triste

de una niña de rostro angelical

llorando,

ante el libro de la vida.

sábado, 2 de marzo de 2013

Aquella noche


Me acuerdo todavía de la noche en que quedamos para celebrar en la intimidad, que nos íbamos a casar, en un restaurant  muy coqueto, donde nos conocimos. Que ilusión y que felicidad me hacía estar allí de nuevo.

El tiempo iba pasando lento y tú no aparecías, lo único que oía era un sin fin de sirenas sonando en el exterior.

Te esperaba y esperaba, pero nada ni una llamada, ningún mensaje, sólo silencio.

Te llamé pero lo tenías apagado o fuera de cobertura, me exasperaba lo que estaba ocurriendo.

Cerraron el restaurant  y yo hecha polvo caminaba pensando que habría pasado. Me acerqué a tu casa y nadie respondió.

 

Por la cabeza se me pasaron mil cosas; por qué me habías hecho esto, ahora que íbamos a casarnos y desapareces sin dejar rastro.

Los días iban pasando y nadie sabía nada de ti, ninguna noticia tuya, te habías evaporado.

Estaba destrozada, nada podía hacerme salir de la tristeza y desesperación.

Afortunadamente apareció un antiguo y buen amigo que poco a poco iba consiguiendo mi recuperación, aunque seguía pensando en ti y echándote de menos. Pero la vida debía continuar.

Un día Fran me invitó a la inauguración de un nuevo restaurant, que era de un amigo suyo y cuando llegamos, cual fue mi sorpresa, al encontrar a la persona que mas amaba junto a otra chica. Quise morir, quise abofetearle, pero no fui capaz de hacer nada, solamente conseguí balbucear a Fran, por favor sácame de aquí y llévame a casa.

Cuando estábamos a la puerta del restaurant esperando un taxi. Salió él y tras de él la chica.

Oh!, que estaban viendo mis ojos, como podía ser eso. Estaba en silla de ruedas y la chica le ayudaba a moverla.

Corrí hacia él y le pregunté ¿que te ha pasado?, ¿qué pasó la noche que quedamos?.

El me agarró las manos y me dijo; esa noche iba embelesado de felicidad por casarnos, que al pasar por un paso de cebra no me percaté de que venía un coche a gran velocidad y me atropelló justo antes de cruzar, para llegar a nuestro encuentro.

Ahora recuerdo ese sin parar de sirenas de esa noche.

¿Por qué no me dijiste nada, por qué preferiste que te odiara a que estuviera a tu lado cuidándote?

Porque no quería que cargaras toda tu vida con un tullido y pudieras rehacer tu vida junto a alguien independiente y te diera todo lo que conmigo tendrías que renunciar.

Estás loco, te sigo queriendo y quiero estar a tu lado siempre, andes o no, quiero darte todo el amor, y no siento lástima por ti, si no orgullo por cómo eres y voy a estar a tu lado siempre, porque me caso con la persona y no con el cuerpo.

Nos abrazamos muy fuerte, mientras caían las lágrimas por nuestras caras, ante tanta emoción acumulada. Nos besamos apasionadamente jurándonos amor eterno.