
Tras las ventanas
veo como se besan,
el sol con la mar
y como se va apagando
la luz lentamente,
bajo sus aguas,
para que duerma junto a ella,
en la tranquilidad de sus olas
que lo acarician dulcemente.
Mientras aparecen en el cielo
resplandores como luciérnagas,
que bailan alrededor
de la luz mágica de la luna llena
que es acompañada por el faro,
en la quietud de la noche,
que rompen las sombras de un velero,
con su velamen desplegado al viento,
que lo empuja suavemente,
rumbo a nuevos horizontes,
bajo la bóveda celeste del firmamento,
que se une a la belleza de los atardeceres
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